Como los muffins. ¿Que es un Muffin? (se preguntarán algunos, aunque a estas alturas.... ya les vale) Pues no es nada más y nada menos que una magdalena.... que cuesta 2 euros.
Algunas personas son como los muffins. Intentan cambiar, hacer las cosas mejor, pero lamentablemente, un muffin no es más que una magdalena con una forma un poco más bonita, un poco más apetitosa, y con sabor. No obstante es una magdalena. Y siempre lo será.
Realmente nunca compramos esas cosas por cómo son, si no por cómo nos hacen sentir. Por eso nos creemos el cuento de que es algo nuevo, diferente. En las relaciones pasa igual. A veces estamos tan desesperados, que somos capaces de creer cualquier cosa. Como por ejemplo que la gente cambia, cosa que (según mi experiencia) es casi imposible. ¿Cuántas parejas han vuelto después de una ruptura alegando que el otro había cambiado? ¿Cuantas personas han recuperado a su pareja prometiéndole cambiar? Y lo más importante... ¿cuánto han durado esas nuevas uniones?
Es como el cuento de que el sapo se convierte en un príncipe. Lo que realmente se olvida de la fábula, es que el sapo YA ERA UN PRÍNCIPE ANTES, así que la rana no se transforma, simplemente vuelve a ser lo que era en un principio, que es la única forma de cambio que conozco: el temporal. Al final el río siempre vuelve a su cauce. Y esta mañana lo he comprobado personalmente.
Aunque lleve virutas de chocolate, trozos de fruta, o añadidos exóticos, un muffin sigue siendo una magdalena, con la misma masa original. Pero en lo que a seres humanos y a relaciones sentimentales se refiere, no puedo evitar preguntarme:
¿Podemos llegar a cambiar por amor?
sábado, noviembre 12, 2005
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5 comentarios:
Hay gente que es capaz de adaptarse y mimetizarse con la persona amada, perdiendo todo su personalidad, pero creo que te doy la razon en una cosa, la gente no cambia, al final, vuelve a su cauce y el rio fluye igual que antes, por el mismo sitio.
La gente no suele cambiar por amor, pero si que puede ocurrir que el amor las cambie a la larga. Si para mejor o para peor, esa ya es otra historia. Es decir, N no va a cambiar porque se enamore y volverse una persona estupenda y maravillosa sin esos defectos que tanto molestan al propio N y a extraños. Pero es posible que, tras años de amor, acabe cambaido... O, a lo mejor, no es cosa del amor, sino del tiempo. Ese sí que logra cambiar a las personas... algunas veces...
A veces se cambia. Si se hace el esfuerzo y uno se convence de ello, si se ama lo suficiente, se puede hacer. Si te dan la oportunidad, claro...
Todo cambia -dijo la termodinámica.
Eso es relativo -dijo la cuantica.
Paradoja científica, así que... solo Dios sabe...
Yo creo que mas que cambiar, a veces las personas son capaces de sacar lo mejor del otro(o lo peor), y entonces parece que cambia.
¿Cambiar por alguien? Creo que no debes traicionarte a ti mismo; si puedes amoldarte, pero no cambiar, creo.
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