miércoles, septiembre 28, 2005

Partida y.... regreso

En una casa antigua en Valverde vivía una Elia. No era una casa antigua húmeda, sucia y repuganante, con restos de comida ni olor a chimenea, ni tampoco una casa vacía, vieja y sin calefacción. Era una casa de gente que trabajaba y que había tenido renta antigua, y eso significaba comodidad.
Por alguna curiosa coincidencia (bueno, tampoco tanta, porque era época de exámenes) Elia Cañada estaba sentada en la biblioteca de su facultad, cuando apareció Gand, digooooooooo, Lu a proponerle una aventura:
-Iremos a la Warner a vivir nuestra aventura. Muy divertida para mí, muy buena para ti... y quizá también muy provechosa, si sales de ella sana y salva.
Elia debío responder:
-Disculpad, no quiero ninguna aventura, gracias. Hoy no. Pero venid a tomar el te... ¡cuando gustéis!¿Por qué no mañana? ¡Si, venid mañana!¡Adiós!
Sin embargo, Elia respondió:
-¡¡¡¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, que guayyyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!¿¿Cuando??
-Pues, el martes.
-¿El martes?
-Si, martes
-¿Día 20?
-Si.....
-¿Martes dia 20?
-Si, coño, ¡martes!
(Bien, no fue tan exagerado, pero solo queria reflejar que efectivamente me dijeron que EL MARTES)

En esto que Elia decidió que no era justo que ella y Gand, digooooooo, Lu, se divirtieran solas, así que llamaron a todos sus enanos, digoooo, amigos:
Alvaro (con capuchón rojo de "Red Fury"), Miguel (con capuchón amarillo porque el es asin de cantoso), Dani (con capuchón berenjena, porque es un color raro), Paula (con capuchón verde porque sí), Nuria (con capuchón naranja, porque TODO EL MUNDO SABE que se lleva el naranja), Cuco (con capuchón negro porque es mas heavy que el viento), Edu (con capuchón azul, que le hace juego con los ojos) y Dani y David, (con capuchones violetas) los dos enanos gemelos, que no traían pico y pala, pero siempre llevaban encima la jodida cámara de fotos.

Para no perderse por el camino, todos decidieron tomar caminos diferentes (es tan estúpido como suena, sí) Pero cuando a Elia, Alvaro, Edu, Miguel y Dani sólo les faltaban 10 minutos para llegar, apareció en su camino una paloma mensajera con una notas de los enanos gemelos que decía:
"La montaña de Smaug está cerrada. Smaug está de vacaciones. Es amable troll que guarda la entrada nos ha dicho que nos piremos"

El grupo se sintió desolado cuando todos se reunieron en la puerta del hogar de Smaug (osease, la Warner) y el viento susurraba una pregunta....... "¡¡¿¿Quíen dijo que vinieramos el martes??!!"

Así que Lu, Elia, y toda la panda de enanos y enanas acabaron comiendo en un Foster's Hollywood donde los problemas y las meteduras de pata disminuían a medida que las tripas aumentaban. Y lo pasaron muy bien. Puede que mejor que matando a Smaug y robándole tooooooooooodos sus tesoros.

Si, somos unos pringados. Pero es de sobra conocido que cuando un grupo de pringados se junta y se encuentra con una "cagada" semejante, se siente más unido al grupo. Así que, sí, esa es la conclusión: la estupidez une :)

sábado, septiembre 03, 2005

La voz de la "Experiencia"

Los días de verano, para los afortunados que hemos podido tenerlos, se han acabado. Y ahora viene lo peor: los exámenes.
Recuerdo que a medida que iba creciendo y me acercaba a COU mi madre siempre me decía:
- Creo que deberías ir a la universidad, aunque sólo sea porque es una experiencia.

Bien, para empezar, no sé por que los seres humanos usamos la palabra "experiencia" como si necesariamente tuviera que ser algo bueno. Y existen muchas clases de experiencias.

Por ejemplo, ir a "Sorpresa, Sorpresa" y que aparezca tu amigo de la infancia a quien hace 15 años que no ves (y al que no tenias ningun interes en ver, por cierto, aunque luego todos mientan como bellacos y digan que sí), es una experiencia... hortera.
Que en San Valentín (también conocido día oficial de El Corte Inglés) tu novio le eche huevos y se presente en tu facultad con un ramo de rosas que te hace sentir como si fueses Julia Roberts en "Pretty Woman", también es una experiencia.

¿¿Y que alguien te pille por banda y te sodomice??¿Es una experiencia? Pues si... también.
Y es la experiencia que mejor refleja a la universidad en época de exámenes: Un grupo de gente a los que cariñosamente llamamos proferores que invierten todos sus esfuerzos en dar por culo. Podrían poner un examen que se correspondiera con lo que (dicen) han dado en clase. Podrían no poner preguntas trampa. Podrían no mirarte de forma sadica-despectiva cuando están vigilando para no hacerte sentir como un gusano en una pecera. Pero entonces no sería tan divertido.

Cuando eres universitario los meses de Febrero, Junio, y en la mayor parte de los casos, Septiembre se convierten en una pesadilla. La mayoría de la gente se despide de sus padres y se muda a la biblioteca. Y después de ocho horas de estudio cuando tienes los ojos enrrojecidos y la cabeza a punto de estallar, y te duelen los codos y el alma, y te sientes culpable por esos cinco segundos de más que tardaste en mear... Te cruzas con un par de profesores en el pasillo. Y en un intento de escuchar algo sobre el examen que tienes 13 horas después oyes algo como:
- Que pereza, y mañana a las nueve. Además este año hay muchos repetidores, verás que panzada a corregir.
¡¡¡¡¿¿¿????!!!!
Tu sabes que es tu cordura la que te sujeta la lengua para no gritarle: ¡¡¡¡¡ PERO MAMÓN, QUE EL QUE VA A HACER EL EXAMEN SOY YO!!!!!

Si eso no funciona, siempre les queda el plan B: Muedte súbita.
Para esto existen también muchas formas. El día 1, sin ir más lejos probé un invento nuevo, al que cariñosamente voy a apodar "Cocedero de marisco".
Bien, el exámen en cuestión era en la planta más alta de un edificio con techo de cristal. Hasta ahí todo bien. Ahora añadimos a la receta los 35º del mes de Septiembre. Y para rematar, me entero una hora antes del exámen que el aire acondicionado lleva todo el día estropeado... pues vale, cojonudo: 35º fuera+ 5º de calor humano= 40º con esencia a humanidad. Unas condiciones estupendas, vamos.
Podrían haber cambiado de pabellón, pero noooooooooooooooo. ¿Para qué? Ver como se derriten los alumnos mientras intentan resolver un exámen es mucho más gracioso. Y si alguno llega al punto justo, siempre puedes cenártelo.


(P.D. Creo que al salir pesaba 3 kilos menos. Algo es algo)