Hay pocas sensaciones que den tanta rabia como cuando te "curras" algo y sale mal. A veces la impotencia resulta insoportable...
En algunos momentos se lleva mejor, como cuando llevas todo el fin de semana trabajando en esa maqueta de un bosque con plastilina, que te has dejado los ojos haciendo florecillas diminutas para ser el más guay de tercero de EGB. Llegas a clase el lunes, lo colocas con cuidado en tu mesa, y de repente y sin previo aviso observas como un imbécil empuja al "niño gordo" (indispensable en toda clase que se precie) y este cae sin poder evitarlo sobre tu maqueta de plastilina que, obviamente, se va a la mierda.
Pero creces, y esas cosas se superan. ¿Y cuando es más grave? ¡Ay!, el ser humano en un pelele en manos del destino, que se empeña en jorobar incluso las situaciones planeadas al milímetro. Creías que lo tenías todo controlado, ¿verdad? ¡Jà! Hoy Idas ha querido prepararme la cena para una velada que debía ser espectacular... y no podría ir peor. ¿Nunca os ha pasado? ¿Que no hay forma de que las cosas ocurran con fluidez, que estés a gusto?
Eso nos pasa por querer cocinar. Voy a pedir una pizza ahora mismo.
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1 comentario:
ola estoy fumaico asta las orejas de maria y he leido lo que comenta elia es espectacular que pienses eso devido a tu forma de espresarte seguro k eres una empollona de na las cosas suceden y ya no hay mas no vasta con intentarlo aveces somos no se humanos nada mas y las cosas malas no las planeamos pero suceden y ya la gente como tu no se vahh como no tengo nada que acer aver si cuela mi email es meddad4@hotmail.com
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