viernes, septiembre 19, 2008

Qué malvados

Mirando los exámenes de la Universidad desde la segura posición de quien ya los ha terminado, me he dado cuenta de que para un pobre estudiante en los meses de Septiembre, Junio y Febrero, es fácil sentirse como un pseudo-héroe rodeado de villanos.

El malvado profesor de expresión arrugada que te contempla sin pizca de compasión, se identifica fácilmente con la escena final de un videojuego, ante el malo malísimo, solo que en esta ocasión el permanece a una distancia prudencial (pero sin quitarte ojo de encima), y te envía a sus matones para que hagan el trabajo sucio. Estos son, por supuesto, las preguntas cuya respuesta no habías estudiado, aquellas que "no venían en tus apuntes", y las más sanguinarias, aquellas para las que no tienes suficiente tiempo a la hora de contestar.

Tus compañeros histéricos, que te esperaban a la entrada del examen para destrozarte los nervios (y los tímpanos) no juegan en el equipo contrario, pero desde luego le ayudan más a él que a ti. No hay nada peor que el momento en el que todo el mundo comienza a entrar en el aula con una formación digna de un rebaño y escuchas comentarios como: "¿Cuáles eran los 4 modelos para comprobar la heteroscedasticidad? ¿Te has estudiado la predicción, que siempre cae? o ¿Sabes que han cambiado el temario este año?"

Te dan ganas de atravesarle con Excalibur, o con una espada láser, o con lo que sea que lleve cada uno en su fantasía heroica.

Pero a los que más odio, sin ninguna duda y de manera visceral, es a los que reparten la publicidad de las academias. Esos son los que dan el primer mordisco, como hienas carroñeras que son. Se colocan a la salida de los autobuses, formando un pasillo del que es imposible escapar, y convirtiéndose en lo primero que ves cuando pisas suelo Universitario. Se echan encima de ti como buitres y cuando sales tienes 7 folletos, 3 carpetas de plástico, 2 reglas con fórmulas en la parte trasera y 1 bloc de notas que no utilizarás nunca. Una colección de elementos publicitarios con un solo mensaje:

*** VAS A SUSPENDER. VAS A CAER COMO UNA CHINCHE. Pero si quieres sufrir, adelante. Cuando te hayan dado el palo ven a vernos con tus ahorros y veremos qué podemos hacer por ti. ***

Grrrrr... Les odio. Sanguijuelas…